Germán Rafael |
El boxeo, Méjico, la familia
Juan Manuel Aragón
Es santiagueño, se llama Elio Germán Rafael, tiene 31 años,
vive en Méjico y es muy posible que el año que viene sea protagonista de alguna
pelea importante por el título mundial de su categoría, los semipesados. Para
conocer su historia, El punto y la coma lo entrevis-tó en Méjico, donde vive
actualmente, a fin de conocer un poco más de cerca las circunstancias de que lo
llevaron a estar en ese lugar expectante del boxeo mundial.
Cuenta que estudió hasta tercer año de la secundaria, en el
colegio Santiago Apóstol, de La Banda y luego comenzó a trabajar. Su padre es
Miguel Rafael, del Zanjón, departamento Capital y su madre es Yolanda Mussi, de
La Banda. “Cuando yo nací se fueron a vivir a La Banda, a la Urquiza y Sáenz
Peña, donde aún siguen viviendo”, recuer-da. Es el número 7 de 8 hermanos, de
los cuales dos han fallecido. Vive con su mujer, Natalia Vásquez, desde los 15
años, con la cual tiene cuatro hijos, Amira de 13, Nahir, de 10, León de 7 años
y Shams, de 3 meses, que nació en Méjico, dos mujeres y dos varones. Sus hijos
y su señora viven con él en el país azteca desde hace 10 meses.
En una entrevista que dio a la revista “Primer guante”,
contó que su primera pelea, en el debut, subió con la camiseta de la Argentina.
“Por suerte noqueé y al final del combate la besé ante todo un estadio que me
gritaba cosas. Ahora me siguen gritando, pero ya no llevo tantas cosas de la
Argentina. Igualmente, no tengo ningún
problema en ponérmela ante todo el Coliseo que me esté gritando cosas”.
En ese mismo medio contó que a los 26 empezó a entrenar box,
hizo taekwondo desde los 8 años. A los 28 se fue a México porque quería formar
parte de uno de los mejores equipos del mundo, en realidad quería sumarse al de
“Maravilla” Martínez, porque es un fanático de él. Pero “por cosas de la vida”,
dijo fue a parar a Méjico. De amateur combatió en la Argentina, pero muy pocas
peleas porque no le daban la licencia. Le decían que era grande de edad, nadie
le prestaba atención. Entonces, llegó al país azteca y lo pusieron de
profesional.
La entrevista con esta publicación.
-Desde cuándo boxeas, cuál es tu record al día de hoy. Cuál
fue tu primera pelea y dónde la hiciste. Cuántas hiciste de amateur y qué
record cosechaste ahí.
-Entré a un gimnasio de boxeo en mayo del 2010, fue en el
Club del Maes-tro, con el profesor José Córdoba. En febrero del 2013 llegué a
Méjico para comenzar mi carrera de profesional. Hoy tengo 9 peleas ganadas y
voy invicto, no hice carrera como amateur. Mi primera pelea fue en mayo, en
Cancún (Méjico). Debuté a seis rounds y gané por nocaut en el quinto a un
boxeador de diez peleas.
-Cuándo y por qué te fuiste a Méjico. Digo, por qué tan
lejos, Méjico y no quedarse en Santiago o en Buenos Aires.
-Vine a Méjico porque Pablo Sarmiento, el entrenador de
Maravilla Martínez no me pudo ayudar. Yo fui a su casa en Córdoba, a pedirle
una oportunidad y me dijo que no me la podía dar. Además, quería irme a otro
país porque en la Argentina pensaba que no hay futuro boxístico. Un amigo me
contactó con gente de Méjico para que venga a entrenarme con Nacho Berinstain
-¿Hay una manera de pelear, digamos “a la argentina” y otra
forma “a la mejicana” o en todas partes es igual?
-La diferencia que yo veo es que en la Argentina abrazan
mucho y falta corregir la técnica. En Méjico nadie abraza y la técnica es casi
perfecta. Mi entrenador dice que los argentinos son más fuertes que los
mejicanos y muy ineligentes, pero carecen de técnica.
-¿Cuánto te falta para que pelees por el título mundial de
tu categoría?, ¿es cierto que estás “ahí” de que te den una oportunidad para
pelear con el número uno?
-La verdad es que no sé cuánto faltará y ojalá sí pueda
pelear por el título. Nos ofrecieron peleas importantes, pero mi entrenador me
dijo que todavía no estoy listo para esas peleas. Nuestra idea es ir
combatiendo con los mejores el año que viene. Siempre con cautela, obvio.
-Aquí los muchachos dicen que sos alguien famoso, que hasta
firmas autógrafos cuando vas por la calle, ¿es cierto?
-Tuve la suerte de ser reconocido en la calle o en algunos
actos y la gente me pide fotos o autógrafos. Los niños me imitan, aúllan como
Lobo.
-Dime, ¿el boxeo en Méjico es un deporte marginal como en la
Argentina o le dan mucha más importancia que en la Argentina?
-El boxeo es como el fútbol en la Argentina. Aquí la gente
quiere y respeta a los boxeadores.
-Cuánto hay de talento y cuánto hay de entrenamiento en un
buen campeón del mundo? Un 5 por ciento de habilidad y un 95 de sudor, o es
otra la proporción?
-En un campeón del mundo aún no lo sé. Pero en un buen
boxeador yo diría que es mitad y mitad, una cosa sin la otra no es nada.
-Algunos ven los canales que pasan boxeo internacional los
sábados a la noche y, al menos los dos programas más famosos son mejicanos. ¿La
intensidad que se vive en Méjico con respecto a este deporte es mucho más
profunda que aquí o es solo una casualidad, porque están al lado de los Estados
Unidos, donde sí hay mucho boxeo?
-En Méjico hay mucho box, muchos campeonatos de box y
muchísimos boxeadores. Todas las semanas se llenan varios estadios con
funciones de boxeo. Y los sábados hay cuatro canales de televisión que transmiten
las peleas de Méjico.
-¿Piensas en Santiago, en u mujer, tus hijos, tus padres, tu
gente cuando estás peleando o solamente en ganarle al otro?
-Cuando peleo entro en otra dimensión y sólo pienso en
dormir a la persona que me quiere hacer daño. En mi mujer y mis hijos pienso
cada día de entrenamiento. Y en Santiago y La Banda pienso cuando me voy a
tomar fotos para el Face (risas).
-¿Has pulido tu estilo desde que has salido de Santiago,
peles igual, peleas distinto?
-El estilo es el mismo porque lo llevo dentro de mí. Pero mi
técnica cambió totalmente, cada día voy progresando técnicamente
-¿En qué te ha cambiado la vida Méjico?, y no hablo
solamente de lo deportivo, sino de todo el resto de tu vida también.
-Méjico no me cambió la vida, yo siempre me imaginé esta
vida, incluso antes de ser boxeador y hoy la estoy viviendo. Venir a vivir a
Méjico me hizo dar cuenta de la mujer que tengo y de que con mis cuatro hijos
formamos un equipo.
-Qué es lo que más te llamó la atención del entrenamiento de
los mejicanos. En qué son distintos de los santiagueños y en qué son parecidos,
siempre hablando de boxeo, claro.
-Los mejicanos son muy bromistas y muy buenas personas. Lo
parecido es que son muy fajadores y muy vagos para entrenar. Pero también son
unos guerreros, igual que los argentinos.
-Qué te causó curiosidad de los mejicanos en general, de los
de la calle.
-En realidad más que curiosidad me causa admiración ver cómo
se conserva la raza de los mayas y los aztecas en los mejicanos y cómo
defienden su cultura.
-Cuando los de otras provincias nos imitan, muchas veces les
sale como mejicanos. ¿Somos parecidos a ellos o son muy distintos de nosotros?
-Siempre digo que los mejicanos son santiagueños en una
ciudad grande. Somos muy parecidos en la forma de ser.
-Aquí las comidas más comunes son el guiso, la milanesa, el
kipi, el asado. ¿Cuáles son las comidas más comunes de allá? ¿Es cierto que a
todo le ponen ají?
-Aquí comen tacos, tamales y posole que es algo como el
locro nuestro. Y le ponen ají picante hasta a las frutas y las cervezas.
Hombres, mujeres y niños comen con ají muy picante. Hay caramelos, chicles y
paletas, todas picantes.
-¿Qué es lo que más se extraña, aparte de la familia y los
amigos, por supuesto?
-La comida no la extraño porque mi mujer nos cocina lo mismo
que comíamos en la Argentina y nos hace mucha comida árabe. Extrañamos a los
hermanos y sobrinos. Pero más que todo, el olor que se siente cuando vas
llegando a Santiago. El aire tiene un olorcito único y especial.
-¿Te irías a vivir a Méjico si luego de tu carrera te
ofrecen un buen trabajo o no dejarías Santiago, La Banda, por nada del mundo?
-Dejaría Santiago, La Banda, Méjico y hasta mis bienes
materiales como ya lo hicimos, pero no dejaría a mi familia por más de dos
días. Cuando consiga mi objetivo, si Dios quiere, veremos el futuro de mis
hijos y nos iremos como equipo, adonde a ellos les convenga
-En la Argentina te decían “Bestia”, ¿en Méjico te han
puesto otro apodo o sos Germán Rafael nomás?
-Cuando llegué a Méjico, don Nacho me vio sin remera y a ver
todos los pelos en mi cuerpo me dijo “tú eres un hombre lobo, pero te voy a
poner Lobo”.
©El punto y la coma.
Quién es Ignacio Beristáin
Ignacio Beristáin, “Nacho” (nacido en Actopan, Veracruz, el
31 de julio de 1939) es entrenador mexicano, miembro del Salón de la Fama del
Boxeo y considerado uno de los más grandes entrenadores de la historia del
boxeo.
Desde joven estuvo en este deporte como aficionado en la
división de peso mosca. Más tarde se convirtió en profesional, pero se retiró prematuramente en 1959 debido a una lesión en el ojo.
Después del retiro, fue mánager adjunto de Vicente
Saldívar. Como entrenador en las filas de aficionados, lideró equipos de boxeo
de México por la medalla en múltiples victorias en los Juegos Olímpicos de
1968, 19767 y 1980. En 1979 perdió a su esposa y su hijo más pequeño, tiene
tres hijas y un hijo y está casado.
Su primer campeón profesional fue poseedor del título en dos
divisiones y Salón de la Fama Daniel Zaragoza. Ha entrenado a varios otros
boxeadores notables, entre ellos los hermanos Juan Manuel y Rafael Márquez y el
miembro del Salón de la Fama Ricardo López, Gilberto Román y Humberto
“Chiquita” González, habiéndolos entrenado a partir de sus carreras iniciales
hasta la cima del ranking libra por libra.
También tuvo un breve paso en el entrenamiento de Óscar de
la Hoya cuando De La Hoya se enfrentó a Manny Pacquiao en diciembre del 2008.
El 29 de mayo de 2014 fue internado por complicaciones de
salud en un hospital al sur de la Ciudad de Méjico y fue operado por habérsele
diagnosticado un preinfarto después de un chequeo.
Los boxeadores que entrenó
Ricardo López, cuatro veces campeón (miembro del Salón de la
fama).
Juan Manuel Márquez, cuatro veces campeón de división.
Rafael Márquez, dos veces campeón de división.
Daniel Zaragoza, cuatro veces campeón (miembro del Salón de
la fama).
Humberto González, cuatro veces campeón (miembro del Salón
de la fama).
Victor Rabanales, campeón de peso gallo.
Óscar de la Hoya, seis veces campeón de división.
Jorge Arce, cuatro veces campeón.
Guty Espadas, Campeón peso mosca.
Guty Espadas, Jr. Campeón peso pluma.
Alfredo Angulo, jr prospecto de peso mediano.
Enrique Sánchez, campeón peso gallo.
Gilberto Román, dos veces campeón (con 11 defensas de
título)
Johnny González, dos veces campeón de división.
Melchor Cob Castro, dos veces campeón.
Rodolfo López, campeón peso pluma.
Alejandro Barrera, jr prospecto de peso mediano.
Abner Yeguas, campeón peso gallo.
Vicente Escobedo, antiguo retador del título.
Juan Carlos Salgado, dos veces campeón.
Jorge Páez, dos veces campeón.
En el 2006, Beristáin se convirtió en miembro del Salón de
la Fama del Boxeo Mundial como entrenador. Después, el 7 de diciembre de 2010,
fue exaltado al Salón de la Fama del Boxeo Internacional, junto con el
legendario campeón mexicano Julio César Chávez, el campeón de peso pesado Mike
Tyson y el actor Sylvester Stallone.
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