"El Guardia Nacional" de 1859 |
Antonio Virgilio Castiglione
La Historia y la Literatura rinden homenaje a los historiadores y a los literatos, con toda justicia. Nosotros pensamos que también hay que recordar a aquellos que los han apoyado técnicamente con la impresión de sus obras.
En este trabajo recapitularemos las imprentas que hubo en
nuestra provincia, y mencionaremos algunos trabajos editados en ellas, sea los
únicos que conocemos, sean los más antiguos, o los más conocidos que hemos
podido compulsar.
La historia de la imprenta debemos iniciarla con la adquisición
de la primera máquina.
El general Belgrano y la primera imprenta santiagueña
Queremos aprovechar este trabajo para expresar nuestro punto
de vista. Ocurre que hasta ahora se sabía que la primera imprenta santiagueña
había sido adquirida al gobierno de la provincia de Tucumán. En julio de 1854,
la Legislatura tucumana autorizó al gobernador José M. del Campo para vender la
vieja imprenta del Estado al gobernador de Santiago del Estero, compensado con
ella una deuda que la primera tenía con la segunda. Se trataba de “una
máquina con treinta años de servicios, manejada por
operarios sin inteligencia, abandonada y desatendida; era de madera tan antigua
que para entonces apenas servía para imprimir medio pliego de papel escrito”. Y
sus tipos de plomo (las letras) habían sido fundidos para fabricar con ellos
proyectiles, que reclamaba con suma urgencia el Gral. Martín M. de Güemes para
detener los avances realistas sobre Salta.
Según el distinguido historiador Alfredo Gargaro, a quien
seguimos en este tema, “esos antecedentes destruyen la suposición de que se
trataba de la imprenta que sirvió al Gral. Manuel Belgrano para publicar los
boletines de su Ejército Auxiliar del Perú durante la guerra de la
Independencia, porque se olvidan que el Gral. Belgrano se sublevó con su
ejército en Arequito (Santa Fe), cuando marchaba hacia Buenos Aires a
requerimiento de Rondeau, circunstancia que no permite suponer que la pequeña
imprenta volviera sola a Tucumán”. Y que “la nota del gobernador del Campo de
1854 expresa que hace 30 años que se encuentra en uso, que la de Belgrano era
de 1817, no coincidiendo por consiguiente los términos en años en uso”.
Nosotros teníamos nuestras reservas de que no fuera la misma
imprenta (tesis sostenida por Gargaro y hasta hoy vigente). Si bien es verdad
que entre 1817 y 1854 hay 37 años de separación, cuando el gobernador de
Tucumán sostiene que “hace treinta años que se encuentra en uso”, esa
afirmación debe ser tomada con cuidado.
Además, en ningún documento hemos constatado que Belgrano la
llevó consigo hacia Buenos Aires, cuando lo convocara Rondeau para que
enfrentar a los caudillos del litoral.
Finalmente, el tucumano Raúl S. Martínez Moreno
–investigador, Miembro de Número del Instituto Belgraniano de Tucumán, y
nuestro recordado profesor de Derecho Internacional Público en la U.N.T.-, en
su obra “Belgrano, el ciudadano ejemplar”, afirma con toda seguridad: “en 1854,
esa imprenta –que llevara Belgrano a Tucumán-, fue vendida siendo trasladada a
Santiago del Estero.
La imprenta “21 de Octubre”
En 1858, la imprenta comprada en Tucumán funcionó bajo el nombre
de imprenta “21 de Octubre” y en ella se editó el folleto “Protesta de Adolfo
E. Carranza. Adolfo Carranza ante el pueblo argentino, por Manuel Taboada”.
Su nombre, “21 de Octubre”, se debía a la fecha de la
victoria de “Tacanitas”. Esa imprenta fue utilizada para publicar documentos oficiales,
hasta que el 17 de septiembre de 1859 se imprimió el primer periódico
santiagueño, “El Guardia Nacional”.
Esta imprenta duró hasta 1860, en que dejó de utilizarse por
falta de presupuesto y el gobierno de Pedro R. Alcorta se la facilitó al Club
“25 de Mayo”.
En 1862 Mitre envió a Taboada una nueva imprenta.
Hay autores que sostienen que el primer tipógrafo
santiagueño fue Segundo R. Araujo, pero Alfredo Gargaro afirma que quien lo fue
en realidad fue Ramón R. Bravo.
Otras imprentas
En 1869 se imprimió el libro de 83 páginas, titulado
“Contestación documentada a las calumnias de la Carta Manifiesto del presidente
Sarmiento contra los Taboada”, en Imprenta del Norte que pertenecía al diario
taboadista “El Norte”, editado por Segundo R. Araujo.
En 1879, en los talleres de “La Prensa Libre”, periódico
oficial del gobierno de Pedro R. Alcorta, se publica el “Mensaje del gobernador
Mariano Santillán a la Sala de Representantes”, de ese año. Esa imprenta duró
hasta el año 1880.
En 1882, Nerio A. Rojas fundó el semanario “La Opinión Pública”,
para sostener la candidatura de Absalón Rojas. Su imprenta funcionaba en calle
Avellaneda 40/44. En esa imprenta se publicó el “Mensaje del Poder Ejecutivo a
la Legislatura”, del gobernador Sofanor de la Silva, efectuado el 1º de mayo de
1885. En 1889 se publicó la “Ley de Registro Civil de la Provincia de Santiago
del Estero”. En 1883, se fundó el periódico “El País”, de Manuel Gorostiaga,
siendo su editor Segundo R. Araujo y que funcionaba en calle Independencia 87.
En esta imprenta se imprimieron el “Informe en derecho en la causa promovida
por el Gral. Antonino Taboada presentado ante la Corte Suprema de Justicia” por
el Dr. Manuel Argañarás (1885), y “La planta en la creación”, conferencia el
14/08/1886 (1886), del rector del Colegio Nacional, Dr. raimundo Linaro.
En 1896, el establecimiento tipográfico “La Provincia”,
fundado como órgano del oficialismo,
editó el “Mensaje del gobernador Adolfo Ruiz a las H.H. Cámaras
Legislativas, del ese año. “La Provincia” cerró en 1898, una vez que fuera
intervenido el gobierno de Adolfo Ruiz.
En 1897, Vicente Rodríguez creó la imprenta Rodríguez &
Cía., que funcionó en la esquina de las calle 9 de Julio 201 e Independencia. Hoy
“Paseo El Siglo”. De ese año es “Tipografía Argentina”, de Rodríguez &
Cía., que editó “La Ley Orgánica y de Procedimientos de la Provincia”. En 1903
publicó, entre otros trabajos, la obra “Agustina” (Palacio de Libarona),
del Dr. Francisco Viano; y la “Geografía antropológica”, conferencia
de Felipe S. Giménez (1903). En 1904 los “Apuntes históricos sobre el idioma
inglés”, de Carlos Weyenberg, y varias obras de Baltasar Olaechea y Alcorta. El
18 de junio de 1907 publicó el siguiente aviso periodístico en el diario “El
Siglo”: “Librería Argentina”, de Rodríguez & Cía., imprenta a vapor, librería,
encuadernación, libros de texto y útiles para el colegio.
En 1899, en Imprenta El Estado, se editó el “Reglamento de
la Cámara de Diputados de la Provincia”. En 1899 funcionaba en calle Entre Ríos
esq. Sarmiento, la imprenta “La Reforma”, siendo de esa época la “Ley de
Elecciones provinciales”, y de 1900 “La educación industrial”, de Ramón
Carrillo.
En 1902 se publica los “Estatutos y Personería jurídica”,
del Centro de Tiro Federal, en Imprenta y Encuadernación Española, de C. Alén,
en Tucumán esq. Libertad.
En 1903 y 1904 Tipográfica “Estímulo y Defensa” publicó
“Evolución del lenguaje”, de Ramón Carrillo (1903), “Anales del Colegio Nacional”,
de Baltasar Olaechea y Alcorta (1904), Reforma de la educación pública en la
Prov. de Santiago del Estero”, de Antenor Álvarez (1904); “Discurso pronunciado
por Napoleón Taboada el 6/1/904 proclamando la fórmula presidencial
Uriburu-Udaondo” (1904).
En 1905 encontramos Tipográfica Santiago, que editó “Noticia
histórica del Señor de los Milagros de Mailín”, de Baltasar Olaechea y Alcorta
(1905).
En 1909 Ramón Ribas fundó la imprenta “R. Ribas”, en calle
Independencia 202, y de esa época es “Anales del Colegio Nacional”, de Baltasar
Olaechea y Alcorta (1909).
En 1910 funcionaban las imprentas de “El Porvenir”, “El
Siglo”, de Federico Lannes, la de Almonacid,
Tipográfica “Los Colegios”, de Jesús Osés y Hno., Tipográfica Española, de
Celestino Alén, la que funcionaba en la esquina de Libertad y Tucumán.
De la imprenta “Los Colegios” es la publicación de “Hay
tiempo para llorar (tradición santiagueña), composición que obtuvo el 2º premio,
24/07/1910”.
La imprenta de Federico Lannes funcionaba en calle 24
Septiembre al 400 al lado de la casa (lindera al Sud) que luego sería del Dr.
Mario Tula Gómez, que era donde vivieron Saturnina
(Bravo de) Rueda, Federico Lannes y Elena Lannes. Utilizaba
una impresora “Minerva”,
y de 1910 es la impresión de “Aurora inquieta”, de Carlos
Schaeffer.
Carlos Schaeffer Gallo escribió: “Ahí estaba, en la vieja
casona, su campo de batalla: la pequeña imprenta, donde la sufrida “Minerva” tiroteaba
día y noche defendiendo la precaria
trinchera, alzada a fuerza de tremendos sacrificios Menciona
al periódico literario “El Alba” de precaria existencia ... Pero el crédito
editorial de la imprenta, lo constituía la edición mensual de larevista que
administraba, redactaba y dirigía el mismo Lannes: “La Escuela Cívica”. Ahí
estaba resumida su vocación de educador y combatiente. Concretaba programas
patrióticos a retazos y discriminaba problemas de arte de hondo sentido
crítico”.
En 1913 Talleres Gráficos Contreras, de César Contreras,
editó la “Actuación política de Rosas”, de R. Lugones Vieyra (1913).
En el año 1914 aparecen publicaciones de editorial “El
Liberal”, las que se extienden hasta el año 2009. Funcionó en calle Libertad 263.
Entre sus primeros trabajos podemos citar el “Catálogo de la Biblioteca
Sarmiento” (1914); los “Discursos sobre Educación”, de
Dámaso Jiménez Beltrán (1914); “Conversación del Inspector
Pedro A. Abregú” (1916).
Hacia 1985, por sugerencia de uno de sus socios, del Dr.
Virgilio Juan Castiglione, se decidió crear la “Fundación Castiglione”, la que
se bien nunca llegó a instrumentarse en papeles, de hecho publicó varios libros
subvencionados la familia. En “Una fuente de energía”, de Carlos M. de Heredia,
ya se menciona a esa Fundación.
Quizás por la tecnología incorporada de la época, la
imprenta de “El Liberal” haya sido la que más aportó en libros a la provincia. Así,
merecen citarse los libros de Achával, Alén Lascano, Álvarez Valdés, Archetti,
Ávila, Bravo, Castiglione, Díaz de Raed, Rava, Sayago, las revistas y libros de
la UCSE, UNSE.
Son muy importantes históricamente hablando los suplementos de
los 25, 50, 75 y 100 años del diario “El Liberal”. Quizás el del 50º
Aniversario (del año 1948) haya sido el más valioso, a
nuestro criterio. La imprenta de El Liberal lamentablemente
fue cerrada en 2009.
En 1915 aparece una imprenta que no es muy conocida, del Dr.
S. Usishquin, que funcionaba en Colonia Dora. Ella editó “Fiesta íntima en
honor a la Sra. Cristina Lastra de López Agrelo y su hija Dora, el 2/12/1915”.
En 1916, Talleres Gráficos “La Libertad” publicó el
“Discurso pronunciado en Loreto el 25/07/1916, en el acto inaugural del canal de
Tarapaya a V. San Martín” (del Dr. Antenor Álvarez, Dámaso L. Beltrán y Luciano
Figueroa).
En 1917, la Imprenta de Paz, que funcionaba en calle Tucumán
63 editó el “Discurso de Manuel Argañarás, en la fiesta del árbol” (18/08/1917).
En 1918 la imprenta “La Paz”, de F. Molinari, editó “Discurso”, de Alejandro
Gancedo (h).
En 1918 nació la imprenta “Molinari”, de Fortunato Molinari,
que tuvo una larga trayectoria.
Funcionaba en calle Tucumán 368 esq. Rivadavia. Entre sus
importantes publicaciones podemos citar la Revista del Archivo Histórico de
Santiago del Estero (1924/1927) y el Boletín Oficial.
En 1925 el inmigrante italiano Constanzo Grandi creó una
imprenta y papelería en calle 24 de Septiembre, al lado de la entonces Escuela Normal
(luego Escuela de Comercio), en
calle 24 de Septiembre 120. Allí publicó en esa época
“Juicios sobre la obra folklórica de Andrés A. Chazarreta”. Esa imprenta fue
adquirida poco después por don Jesús Carrascosa,
y en 1944 publicó “Escuela y Educación”, de José F. L.
Castiglione (1944). Más tarde lo hizo con “Reducciones y fortines” de Orestes
Di Lullo.
En 1932 Samuel Yussem inauguró en calle Libertad 850 (frente
al Colegio Nacional) sus talleres gráficos. Fue el imprentero de Carlos Abregú
Virreira, Domingo Bravo, Segundo V. Osorio, Hipólito Noriega, Domingo Maidana,
José F. L. Castiglione, etc. Su accionar continuó en 1946.
En 1933 funcionaba la imprenta “La Tribuna”, en Av. Belgrano
esq. 9 de Julio.
En 1933 Leocadio Tissera era propietario del diario “La
Hora”, y su imprenta funcionaba en Buenos Aires esq. 9 de Julio y luego pasó a
Entre Ríos 55. En 1952 publicó el “Anuario”.
En 1952, don Francisco R. Santucho fundó en la calle Buenos Aires
nº 149, en la antigua casa de los Taboada, el sello editorial de Librería
“Aymará”, y publicó distintas obras entre los años
1952/1959. Destacamos la “Integración de América Latina”
(1959), “El indio en la Prov. de Santiago del Estero” (1956), etc. Luego
continuó como librería “Dimensión”, que todavía funciona.
“Barco Edita” tiene como editor a Alberto Tasso, con sede en
Los Fresnos 85. Comenzó en 1974, editando libros de Tasso, Carlos Fernández
Loza, Carlos V. Zurita, Ricardo Aznarez, Jorge Rosenberg, Lios C. Alén Lascano,
Guillermo Pinto, Ramón Leoni Pinto, Franklin Ábalos, Fernán G. Carreras, Castor
López, Ricardo Sgoifo, Fina Moreno Saravia, Cecilia Canevari, Selva Y. Ramos,
José Andrés Rivas. Sgoifo.
“Ediciones V Centenario”, dirigida por el matrimonio de
investigadores Amalia Gramajo y Hugo Martinez Moreno, comenzó en 1981, con un
trabajo sobre la “Cruz de Matará”. Y posteriormente, realizando casi un libro
por año de esos mismos autores.
“Lucrecia” fue fundada el 15 de agosto de 1986, siendo sus
propietarios son Ing. Carlos A. Soler y la Prof. Teresita Darchuk de Soler.
Quipu Editorial, fue fundada en 1995 por Julio Carreras y
trabajó hasta el 2003. Editaron entre otros “Quipu de Cultura”. En los últimos
años dos o tres años aparece en el mercado editorial la firma “Idearte”. Finalmente, no podemos
terminar esta investigación sin resaltar el importante aporte a la cultura y a
la literatura de nuestra provincia, de la Fundación Cultural de Santiago del
Estero, que desde 1999 edita su “Revista de la Fundación”.
(De Producción Académica, editado por la Academia de Artes y Ciencias de Santiago del Estero).
(De Producción Académica, editado por la Academia de Artes y Ciencias de Santiago del Estero).
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