domingo, 14 de agosto de 2011

Juan Carlos Chazarreta “Canqui”


Canqui Chazarreta

La música, la poesía, Santiago

Juan Carlos Chazarreta, “Canqui”, fue conocido musicalmente por su apelativo que recuerda al líder indígena Túpac Amaru (Gabriel Cóndor Canqui).
Nació en Santiago, en 1929, donde cursó sus estudios primarios. Completó su formación secundaria en el Colegio Nacional Buenos Aires y en el colegio nacional “Absalón Rojas” de esta ciudad concluyó su bachillerato en 1948.
Se casó con Ana María Monasterio, de cuya unión nacieron cuatro hijos: Marcelo (falleció siendo pequeño), Martín, arquitecto, Mariana y Juan Manuel, quien heredó de su padre la pasión por la música y la poesía y hoy es un destacado cantautor.
Luis Alén Lascano, al rememorar su juventud junto a su amigo, expresa que en casa de Marta Cartier y a veces con Agustín Chazarreta, eran frecuentes las reuniones folclóricas en las que “Canqui” ya brillaba con luz propia. Pero fue en Buenos Aires y bajo la guía de su tío Francisco Cárdenas en la vieja casona de la calle Esmeralda, en el Achala Huasi, donde junto a Mario Arnedo Gallo estrenó sus primeras composiciones, hizo su aprendizaje de artista, poeta y cantor. Allí hicieron conocer su zamba La Vuelta del Santiagueño, primera composición que lo consagró en los años 50. Luego vinieron grandes éxitos folclóricos, como la dedicada a la esquina de Jujuy y La Plata, a la que definió como “refugio de musiqueros” que junto a Zambita del musiquero, fueron distinguidas en los años 65 y 69, como las piezas más cantadas en el festival de Cosquín. Otras composiciones como La Mujer Santiagueña, Canta, Cantarranas, fueron interpretadas por Los Chalchaleros, Los Fronterizos, Los Hermanos Abalos, entre muchos.
Compositor y autor de la música de la película “El Loro de la Soledad”, realización de jerarquía nacional que contaba entre sus protagonistas principales a Milagros de la Vega y Virginia Lago, fue filmada en escenarios naturales de Santiago en 1967. Se encuentra inédito su libro “La Ruta Redonda”, con parte de sus canciones, poesías, ensayos y viñetas locales.
Residió en la Capital Federal desde 1951 hasta 1960. Después se trasladó a Mar del Plata, donde alternó su trabajo con inquietudes literarias. Fue honrado por las autoridades marplatenses por su labor cultural. Intervino como colaborador en la fundación y creación de centros de divulgación cultural e integró jurados en concursos sobre literatura, canto y danzas folclóricas.
Falleció el 22 de mayo de 2006, a los 77 años, en Mar del Plata.
De una nota de Nuevo Diario.

Zambita del musiquero

En esas noches por Manogasta,
cuando la luna se quiere machar,
le roban los montes zambitas de antaño,
que viejos violineros solían tocar.

Te juro, bombo, que si mañana
con el regreso nos pagara Dios,
bailarán los viejos sintiéndose changos,
cuando a mi pago humilde le cante con vos.

Zambita que traes cantares de ayer,
sembrando mishquila de arpas.
Canta el vidalero, toca el musiquero,
que la manogasteña no se ha'i de escapar.

A veces pienso: ¿por dónde fueron
las zambas viejas que supe aprender?
Esas que mi abuelo en quichua cantaba,
con coro de coyuyos al atardecer.

Si en los senderos mi voz se apaga,
no creas, tierra, que no he'i de volver.
Junto con el canto dolido del monte,
del brazo con la noche te recorreré.

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