jueves, 28 de julio de 2011

Roberto Delgado "Tuti"

Tuti Delgado (Foto de Francisco Gallo). 

La cultura santiagueña perdió a uno de sus brillantes artistas plásticos

Una larga serie de complicaciones en su estado de salud, terminaron a las dos de la madrugada de ayer con la vida de Roberto Rafael Delgado, a quien todos conocían como “Tuti”. Aunque en su círculo íntimo se conocía su situación, no esperaban el desenlace y por lo consiguiente la noticia los conmovió, como sucedió con todo el ambiente artístico y cultural de la provincia.
“Él era diabético, y tenía severas insuficiencias respiratorias y coronarias, pero siempre confiaba en que iba a salir adelante. ´Ya vamos a salir, vas a ver´, me decía el otro día cuando fui a verlo”, relataba uno de sus amigos durante el velatorio de sus restos.
Y una prueba de esas ganas de vivir y de la confianza que tenía en salir adelante, es que estaba organizando una muestra en la que expondría 15 obras que nunca habían sido mostradas, según revelaron también personas de su entorno.
El 22 de setiembre venidero, “Tuti” cumpliría 62 años. Fue arquitecto, maestro de artes visuales, egresado de la Academia de Bellas Artes Juan Yaparí, donde ejerció la cátedra de Escultura y Fundamentos Visuales, y se desempeñó como director de Cultura de la provincia. El escultor estaba en sus genes, pues su abuelo fue Rafael Delgado Castro (autor de El Kakuy del parque Aguirre) y su padre Roberto Delgado (El Cristo Redentor y Francisco de Aguirre), reconocidos por sus trabajos artísticos.
Personalidades de la cultura, de la arquitectura y la ingeniería, y sus amigos de siempre, acompañaron a sus hijos y sus hermanas durante el velatorio de sus restos que se realizó en una sala de la avenida Pedro León Gallo de esta ciudad, hasta el momento de su sepelio a las cinco de la tarde.
Entre sus obras más recordadas, figuran el Monumento al Maestro que se encuentra en la plaza que está ubicada en Belgrano y Balcarce, Las hermanas, Inocenta, Ramoncito, y uno de sus últimos trabajos conocidos públicamente fue el busto al general Juan Domingo Perón que está ubicado en la autopista que une esta capital con La Banda.
Fue un trabajador permanente, y siempre se enorgullecía por tener “un taller de casi ochenta años dedicado a la escultura”, en referencia a que allí comenzó a trabajar con su abuelo y con su padre, a quien reconocía como “un amigo”.
“Cada herramienta a mi alrededor me invita a usarla, cien obras de mi abuelo y de mi padre me contemplan en este recinto, cada una de ellas es un libro abierto que condensa experiencia y sacrificio. Trabajé mucho con mi padre. Tengo el conocimiento de lo que con sabiduría comprendieron al ver. Ejercité sus técnicas”, supo recordar.
De obituario del Liberal del 3 de agosto del 2010.

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